Diez de Octubre cuenta en grande
Por Ada Oramas
Durante cinco días los cuenteros unieron sus imaginarios y sus experiencias narrativas ─allí donde germina con fuerza el arte de ponerle color y poesía a las palabras─ un evento que nació hace cinco años y ha ido creciendo en propuestas y calidad, porque surgió del movimiento de artistas aficionados y buscó fuentes de inapreciable valor como la de la Señora de los Cuentos Haydee Arteaga y Elvia Pérez, génesis de Diez de Octubre Cuenta.
El apoyo de la Dirección Municipal de Cultura y colaboradores del festival, quedó evidenciado en los espacios que abarcó desde su inicio, como el Museo Municipal donde sesionó el coloquio y los espectadores pudieron conocer el origen del certamen y su desarrollo, en la palabra de su director, Raymel Moleiro.
Este joven instructor de arte, con una formación profesional como actor y director, ha logrado otorgarle un relieve internacional a esta reunión de oralidades con la asistencia, en esta edición, de personalidades en el arte de darle color a las palabras y tridimensionalidad a matices e inflexiones vocales.
Desde el preludio, con un coloquio en el Museo Histórico, los espectadores conocieron el universo de esta especialidad, al enfrentarse a imaginarios contrastantes de los cubanos y los invitados de México, Uruguay y Argentina. Allí, Haydee Arteaga, no solo sorprendió, sino fascinó al auditorio con pinceladas de su historia y el modo en que olvidó sus 97 años para crecerse en el escenario del teatro Julio Castillo de Ciudad México, porque confesó que allí sintió que era Cuba y hasta tiró a un lado su bastón.
Por ser un arte que solo requiere talento e imaginación, sin los requerimientos de complicadas pizarras de luces y de audio, pantallas panorámicas y elementos escenográficos, los narradores recorrieron, durante dos días, diversas instituciones del territorio y otros municipios, como el Cardiocentro William Soler, la Sociedad José Martí, la comunidad de tránsito de Vista Alegre, el hogar de ancianos y parques y plazas de Diez de Octubre.
Fueron estas algunas de las locaciones visitadas y donde sus protagonistas hicieron germinar la fantasía en esas contadas que no se dejan olvidar, porque nos llevaron por paisajes de historias soñadas o escritas en Cuba y otras tierras caribeñas.
Recibieron el Premio Jesús del Monte, el máximo galardón que confiere el evento, Mayra Navarro, de Cuba, y Vivianne Trillón, de México. El Premio Jesús del Monte de Formación fue adjudicado a Elvia Pérez, Silvia Tellería, Alberto Curbelo y Octavio Pino.
La noche del sábado llegó al teatro Mariana Grajales y fue al encuentro de Rosita Fornés, cuyas anécdotas perfilaron una imagen un tanto desconocida de la primera vedette de Cuba, trazada por vivos recuerdos de quienes han compartido con ella actuaciones en escenarios y estudios revividos a golpes de memoria que emocionaron profundamente a la artista y al público.
Periódico Tribuna de La Habana, 17 de junio de 2012