Revista Tablas
… De las alegrías y otras noticias del Teatro Cimarrón
Por Dr. Eberto García Abreu
La lluvia vespertina no pudo impedir que la tarde del pasado 19 de junio sirviera de tiempo propicio para las celebraciones. Teatro Cimarrón, en su sede del Centro Cultural Edison, en la céntrica esquina de Calzada del Cerro y Zaragoza, abrió las puertas a los amigos para compartir la satisfacción por los reconocimientos que varias instituciones tributaron a los resultados de su trabajo creador.
El Secretariado Nacional del sindicato de los Trabajadores de la Cultura otorgó al grupo la Distinción de Colectivo Vanguardia Nacional. Especial alegría tuvo la querida compañera Ramona Roque, actriz del Teatro Cimarrón, al ser galardonada como Vanguardia Nacional. Alberto Curbelo, dramaturgo, director artístico y general fue merecedor del Tulipán del Cerro, premio muy hermoso y singular, pues es ofrecido por la Dirección Municipal de Cultura del Cerro a los creadores, intelectuales y personalidades que desarrollan una labor relevante en la comunidad.
A pesar de las poéticas y amenazantes condiciones del antiguo edificio que sirve de casa al Teatro Cimarrón, no pudo la lluvia impertinente desvirtuar el carácter de la fiesta, porque más bien se dedicó a la rememoración de los memores momentos del gran trabajo realizado junto a un numeroso colectivo de colaboradores que acudieron al encuentro.
Los acertados resultados artísticos que se recogen en su repertorio son la base de las distinciones recibidas, las cuales se apoyan también en la sustanciosa labor desplegada en la comunidad. El Cerro, con sus complejidades socioculturales, ha estimulado a los artistas para crear un amplio programa de actividades que se cumplen en distintas zonas del territorio, en barrios periféricos de la ciudad y en otros municipios y provincias como Ciego de Ávila, Guantánamo, Granma, Matanzas y Pinar del Río.
Niños con problemas de salud, discapacitados, con trastornos de conducta, adultos ingresados en los hospitales, familias que se hallan en los hogares de tránsito y los niños de las escuelas y los círculos infantiles, constituyen prioridades en las atenciones especiales del grupo. Tan delicada acción está acompañada de una intensa presencia del colectivo en distintos espacios del municipio, desarrollando una programación que procura, paso a paso, insertarse en la dinámica y en los intereses de la población para la que proyecta sus espectáculos y toda su obra como centro de promoción cultural, plenamente incorporado al conjunto de instituciones afines en el Cerro. Tan amplia demanda es la que ha permitido que, durante el pasado año, Teatro Cimarrón realizara 131 funciones de las distintas obras del repertorio. La apertura de la Sala Dora Alonso fue otro motivo de alegría en la tarde memorable. Allí se pudieron ver y compartir las nuevas esperanzas de la agrupación. Kid Pantera, unipersonal escrito y dirigido por Alberto Curbelo e interpretado por Julio Marín junto al resto del elenco, tuvo su debut. Los amigos reunidos pudieron ver las imágenes de un espectáculo en plena gestación, inspirado en el antológico texto de María Antonia de Eugenio Hernández Espinosa. Esther Suárez Durán, en calidad de dramaturga, recibió el premio del I concurso de Dramaturgia Gustavo Sánchez Galarraga, dedicado a obras de teatro de calle y para espacios comunitarios. Sueño una ciudad resultó la obra seleccionada por constituir una hermosa metáfora teatral sobre la historia pasada y presente de la Ciudad de La Habana, que permite concebir un intenso espectáculo destinado a resaltar los valores de nuestra capital con un despliegue de recursos expresivos alusivos a las festividades que nos identifican. Sin dudas, éste será el próximo gran desafío del colectivo al plantearse su puesta en escena. De momento, en la esquina de Calzada del Cerro y Zaragoza, el Teatro Cimarrón continúa haciendo del viejo cine Edison el nuevo centro cultural del barrio. Voluntad, imaginación y aliento creador animan a todos sus miembros para procurar, a través del teatro, nuevas razones para los encuentros y las celebraciones.
No. 3-4/1999